viernes, 30 de agosto de 2013

¿Alguien puede cambiarla?

La presión acaba con ellos, hace que se deterioren y se destruyan entre sí, pero no tienen la culpa, no es su verdadera intención. Viven en una lucha continua contra su propia vida intentando cambiar aquello que lleva siglos vigente, pero sin logar nada. Son súbditos de su propia egolatría. Todavía queda gente que no se encuentra en una situación tan extrema, así que deciden no hacer nada. Si las cosas siguen así es por que ellos mismos se lo permiten, aunque se sientan indignados y se quejen, tienen más poder del que demuestran, pero para que engañarnos, la sociedad va a seguir así y ojala me equivoque, pero esto nunca va a cambiar.

jueves, 29 de agosto de 2013

La realidad.


Hay personas que creen que todo lo que les pasa es gracias al destino, otras que es pura suerte. No debemos confiar en la suerte ya que tan pronto es buena como es mala, tan pronto te hace feliz como la persona más desdichada del mundo. ¿Y qué se puede hacer? Nada. En cuanto al destino, ¿Crees que se diferencia mucho de la suerte? Pues te equivocas, ninguno de nosotros podemos predecir el destino y mucho menos intentar cambiarlo, las cosas ocurren sin ninguna explicación. ¿Pero qué importa eso ahora? ¿Realmente debe importarnos? Si hay algo verdaderamente imprescindible es el ser feliz, no hace falta buscar una razón para todo. ¿Nuestra meta? Hacer los sueños realidad.

miércoles, 28 de agosto de 2013

Summer-Croacia

Bueno hace un poquito más de una semana llegué a casa después de estar 8 días en Croacia y he decidido contaros un poco cómo fue el viaje y cómo es el país.
El recorrido consistía en visitar Pula, Opatija, Porec, Rovinj, Zagreb, los lagos de Plitvice, Zadar, Sibenik, Trogir, Split y por último Dubrovnik. Para mi gusto demasiadas ciudades en muy poco tiempo, es decir, apenas puedes disfrutar de lo que se ve (aunque los primeros días no es que se viera mucho), pero bueno, es una buena experiencia.
Lo que más recomiendo de Croacia (Hrvtska) son los lagos de Plitvice, pero para estar un día o dos enteros si te gusta la naturaleza; Split, sobre todo de noche, hay mucho ambiente y Dubrovnik, desde las murallas y el teleférico las vistas son increíbles. Hay que estar mínimo dos o tres días en estas ciudades. El resto las recomiendo pero no tanto, solo si sobra tiempo, por que lo que de verdad merece la pena de Croacia es lo que he nombrado. Algo que también es curioso es el órgano marino y el saludo del sol, donde se ve uno de los atardeceres más bonitos.
Otra cosa que me gustaría destacar es la diferencia de trato que hay entre España y Croacia, allí, sin ánimo de ofender, son muchísimo más desagradables, especialmente en las zonas donde hay menos turismo.

No me importaría volver a ir, eso si, algo que también influyó mucho en el viaje es el grupo de españoles que fue, sin duda unas personas maravillosas y súper agradables. Os pongo un par de fotos para que veáis como es.




martes, 27 de agosto de 2013

Diario 27-08-2013

Hola :) Bueno como dijimos en su momento, con nuestra reaparición en el blog hemos incluido nuevos apartados y éste es uno de ellos. Con lo de "diario" no queremos decir que vaya a ser todos los días, simplemente variará un poco a los relatos normales y escribiremos anécdotas o cosas interesantes que nos hayan pasado. Y para inaugurarlo me gustaría contaros algo que me pasó ayer, nada bueno pero que al final quedó en un pequeño susto. 

Ayer, después de ir a correr por la tarde con Andrea, llegué a casa y me di una ducha. Cuando salí vi como mi madre y mi hermano estaban buscando a mi gato sin parar, habitación por habitación, en las terrazas, los armarios...y nada, no aparecía. Inquietos temiéndonos que le hubiera pasado algo, como caerse o escaparse, mi hermano y yo decidimos ir a buscarlo. Lo primero que nos preguntamos fue ¿Por dónde empezamos? Pues el gato podía estar en cualquier parte, tanto en la comunidad como fuera en la calle. Tomamos la decisión de ir buscando piso por piso, quizá se encontraba por las escaleras o en el ascensor, pues no es la primera vez que intentaba meterse para curiosear. Después de recorrernos todos los pisos, mirar en rellanos y escaleras, nos dimos cuenta de que el gato tampoco estaba ahí. Mi hermano, histérico ya poniéndose en lo peor, dijo que en la calle era imposible que estuviera (si somos realistas, tenía razón, es un poco difícil que coja, baje hasta abajo y consiga salir por la puerta) pero no perdíamos nada saliendo afuera a buscarlo. Plazas, jardines, calles... nada, ni rastro de él. Tampoco nadie había visto un gato, así que descartamos la posibilidad de que estuviera por ahí. Finalmente, decidimos bajar al garaje y... ahí estaba...arrinconado, muerto de miedo. En cuanto nos vio, empezó a maullar y enseguida lo cogimos y nos lo llevamos a casa. 

Si pensáis detenidamente, el gato no baja sólo al garaje... Estaba claro que alguien había llamado al ascensor en el garaje y se encontró al gato dentro. Por desgracia, no sabemos qué pasó en ese momento, si el gato salió corriendo, si le pegaron alguna patada o le asustaron, a saber... Desde luego, el queridísimo vecino que se lo encontró, no se molestó en llamarnos o poner un cartel o algo. Puedo entender que mucha gente odia los gatos o no son de su agrado (a mí misma no me gustaban hasta que cogimos a Nilo) pero está claro que si te encuentras a un gato en el ascensor, callejero no es... 

Y aquí el final de esta interesante anécdota, sé que muchos pasaréis completamente, pero no pierdo nada por contarlo ¿no? Además, estoy segura de que hay gente a la que sí le interesa :)

(Antes de irme os dejo aquí una foto de mi gato para que lo veáis. Ahora está diferente, esta foto es de cuando era más pequeñito, pero para que os hagáis una idea...  Voilà!)


Maaaaañana más pequeños. Beesooos

lunes, 26 de agosto de 2013

Cuenta atrás

Ya. Te has subido, sabes que no hay vuelta atrás pero no hay nada de lo que puedas arrepentirte, ¿no? al fin y al cabo eres tú la que has decidido estar allí sentada, me digo a mi misma. Ninguna de las personas que han estado justo en el mismo lugar han tenido las mismas sensaciones, pero no tengo que preocuparme, no hay nada que temer. Noto que la respiración y los latidos de mi corazón aceleran y sé que mis ojos reflejan el miedo por sufrir lo que ya pasé una vez. Mis manos, están demasiado tensas como para temblar. Intentaré disfrutar del momento. La acción comienza. Poco a poco voy notando como el aire cada vez más fuerte acaricia mis sonrojadas mejillas y enloquece mi cabello que parece formar olas bajo la luz del sol. La adrenalina corre por mis venas ígneas y siento que puedo controlar el tiempo, tocar el cielo y agarrar las nubes, teletransportarme hasta las experiencias que más añoro y vivir eternamente a tu lado, para no volver a echarte de menos.